Genética y Envejecimiento Saludable: Descubre el Secreto para una Longevidad Activa.
Dra. Blanca Bermejo
La genética desempeña un papel fundamental en el envejecimiento saludable al influir en procesos clave como la inflamación, el metabolismo, la detoxificación hepática, el equilibrio de neurotransmisores entre otros.
Las variantes genéticas en estas áreas determinan en gran medida cómo el cuerpo enfrenta los desafíos del envejecimiento. Por ejemplo, la inflamación crónica de bajo grado, conocida como "inflammaging", es un proceso central en el envejecimiento y está regulada por variantes genéticas que modulan citoquinas proinflamatorias, reduciendo el riesgo de enfermedades como Alzheimer y artritis. Asimismo, la genética influye en el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, que incluye obesidad e hipertensión, ambos factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y diabetes; genes como FTO y PPARG desempeñan un papel crucial en la regulación de grasa y glucosa. En cuanto a la detoxificación hepática, genes de la familia CYP y GST son esenciales para la eliminación de toxinas, protegiendo al cuerpo del daño oxidativo y reduciendo la probabilidad de enfermedades hepáticas. Por otro lado, la regulación genética de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina afecta directamente el bienestar mental durante el envejecimiento, contribuyendo a prevenir la depresión y el deterioro cognitivo.
Los estudios genéticos aportan beneficios significativos, ya que permiten predecir riesgos de enfermedades, desarrollar tratamientos personalizados y ofrecer recomendaciones de salud individualizadas al considerar la interacción entre genética y ambiente. De este modo, la genética proporciona una comprensión profunda de los mecanismos del envejecimiento, allanando el camino hacia una vida más saludable y longeva.